ANOREXIA BULIMIA OBESIDAD

lunes, 31 de diciembre de 2012


EL JUEGO DEL ESPEJO: DIFERENCIAS ENTRE DÍADAS MADRE-HIJO URBANAS Y RURALES MAPUCHE EN CHILE.
Dra. Patricia Cordella (1), Ps. Isidora de la Fuente (2), Dra. Bernardita Prado (3).Ps. Francisca González (4)

 (1) Profesor adjunto Universidad Católica. Psiquiatra, Magíster Psicología, PH. Semiótica
(2,4) Dpto. Psiquiatría Universidad Católica. Psicóloga Clínica, Unidad de investigación de Trastornos Alimentarios
 (3) Centro de salud Adolescente Serjoven, Universidad de Chile. Médico Magíster Nutrición


  
RESUMEN
La imagen corporal es una construcción cognitiva, precursora de  la identidad, basada en la experiencia del espejo. La madre y el niño usan este dispositivo externo en un juego representacional complejo anterior al lenguaje.
Objetivo: Describir y analizar la interacción niño-espejo, y el juego madre-hijo-espejo, para identificar la construcción de realidades y representaciones en niños pre-verbales comparando dos poblaciones chilenas de diferente cultura.
Pacientes y métodos: Estudio cuali-cuantitativo, no experimental, descriptivo y comparativo donde se crean categorías de interacción entre la madre y el niño ante el espejo y se evalúa su asociación con variables sociodemográficas. Se evalúan  49 videos de interacciones madre-hijo urbanos y rural-mapuches en presencia de un espejo durante el comer y dar de comer,  emergen  categorías interacciónales que  a su vez constituyen el instrumento de observación utilizado.
Resultados: Se reconocen formas de juego desde la perspectiva del niño y la diada madre-hijo en distintos grados de complejidad cognitiva y relacional, observándose diferencias significativas entre ambas poblaciones. Los niños urbanos hacen  juego  integrado (p .0013) y juego de a cuatro (p .001), mientras los mapuche juegan más solos (p .0014). Los > 13 meses hacen  juegos más complejos (p .026). El juego paralelo,  no mirar el espejo y juego diádico se correlacionan positivamente  con la madre rural mapuche conviviente y si hay antecedentes de alcoholismo y depresión, hacen más juego de a cuatro.
Conclusiones: Se aportan categorías de observación y estadios de complejidad relacional delante del espejo que dan cuenta del desarrollo cognitivo y relacional del niño. Se evidencian diferencias en las poblaciones estudiadas posiblemente por diferencias culturales. Se sugiere utilizarlo como diagnóstico y seguimiento del desarrollo.
Palabras claves: Desarrollo Infantil, Interacción cultural, Evaluación del desarrollo

ABSTRACT
Body image is a cognitive construction based on mirror experience and it is a precursor of identity. The mirror is used by mothers and her child in a complex playing in order to achieve a representational world before language installing
Objective: To describe and analyze mirror game in preverbal children and to compare it in two different Chilean cultures.
Patients and Method:  Quali-Quantitative study , no experimental, descriptive and comparative where were created interaction categories baby-mother  in front of the mirror and correlated with sociodemographic variables.There are analyzed 49 video recorders of interaction between mothers and their child during feeding time with a mirror in the consulting medical box.
Results: Different mirror game patterns are recognized according to child and mother-child dyad perspective, showing varied cognitive and relational complexity with significant differences between both populations. Urban children play an integrative mirror game( p .0013) and a complex four mirror game(p .001).Mapuche children play alone ( p .0014) .Children up 13 months play complex game ( p .026).Correlations between mirror game pattern and sociodemographic variables indicate that parallel game, no mirror gaze and dyadic game correlates positively with rural no-married mother  living together with the father. Alcoholism and depression family history correlates with a complex game.
Conclusion: Characteristics of mirror game in preverbal children are different in different cultures. This game is a simple form to show and evaluate cognitive and relational development. It suggests introduce it in pediatric assessment like a development instrument.
KEY WORDS: Child Development; Cultural Interaction; Development Test




INTRODUCCIÓN
El espejo es un dispositivo  que participa en la construcción de la imagen corporal y en los procesos cognitivos involucrados en ella durante la infancia[1] La madre y el hijo construyen, con el espejo, un juego de realidades y representaciones. [2] [3]La experiencia del espejo produce una  experiencia de disyunción  entre lo que se siente  y lo que  se ve del  cuerpo. Se inauguran así por una parte  la representación  del cuerpo y por otra la conciencia experiencial del mismo dentro de una dimensión imaginaria.[4]
El espacio imaginario es esencial para los procesos cognitivos, es allí donde el niño prefigura o recuerda experiencias además de organizar o corregir acciones futuras.[5]
Pocos estudios dan cuenta de cómo ocurre este proceso. El auto-reconocimiento en el espejo se ha reportado entre los 6 y 18 meses de edad, y se entiende que es una prueba de inteligencia.[6]Se ha usado, incluso en primates la  prueba del espejo  para determinar en qué momento se reconoce el propio cuerpo en la imagen reflejada. [7] [8] [9] [10].Esto requiere  de una operación simbólica por parte del sujeto ya que, debe transformar su propia experiencia fisiológica en “algo” que la representa. Se trata del momento de la primera relación consigo mismo, donde el  yo resulta de identificarse  con la propia imagen especular. Estas primeras representaciones facilitan la adquisición del lenguaje y con éste la amplia interacción social.[11]
Las teorías del desarrollo tienden a coincidir en que el auto-conocimiento se desarrolla al mismo tiempo que reconocemos a los demás  y que esto ocurre en el contexto de las relaciones madre-hijo [12] [13]. Cuando madre e hijo se miran al espejo aparece un proceso de homologación. Se trata de un modo de aprendizaje del “estado del sistema del otro” que no requiere de palabras y es lo que se ha denominado comunicación entre hemisferios derechos[14].
Por esto, el espejo aparece como una herramienta útil en el proceso de construcción de la psiquis tanto en la dimensión imaginaria como simbólica[15]. El espejo facilita tanto el auto-reconocimiento, la identificación de sí mismo, la integración sensorial como el complejo llamado sensorio-motor-cognitivo denominado imagen corporal. No se trata de integrar un espejo-objeto, sino de un espejo-juego en el cual  un adulto, ya iniciado en la simbolización, guía hacia el lenguaje y la abstracción en la tarea cognitiva del imaginario.
Se podría pensar que en las culturas que no utilizan el espejo para retroalimentar la imagen de la propia identidad, las personas quedarían con una visión parcial de sí mismas ya que sólo podrían configurar su identidad a través del relato que otros hagan de ellos. Por el contrario, en las culturas que utilizan el espejo, cada cual puede sumar  e integrar su propio a la imagen  de sí mismo. 
La introducción del espejo en la cultura latinoamericana fue un suceso y una novedad. Los pueblos autóctonos no podían reconocerse sin el aparato de observación. Al verse se pudo generar un imaginario personal y colectivo. Se  proveería de imágenes que suman al concepto de hombre y que serían distintivos entre grupos similares. Los mapuches pueden haber construido su identidad cultural gracias a estos “espejos míticos” que les permitieron generar una idea de lo que es ser mapuche, conformando una clara definición de lo que es pertenecer y formar parte de un grupo.

La hipótesis  de este estudio es que estos juegos con el espejo son más complejos en la medida que la cultura materna haya integrado el espejo como parte del operar identitario. Se comparan dos culturas chilenas: urbanas y rural mapuche de modo de dar cuenta de las diferencias producidas entre ambas.
El objetivo de este estudio fue describir y comparar  tanto la interacción del niño con el espejo como el juego que se crea entre la madre, el hijo y un espejo. Esto se realiza  durante una práctica de la crianza como es la de comer y dar de comer de modo de focalizar la atención en la alimentación y dejar que surja espontáneamente la interacción con el espejo. Se comparan díadas madre-bebé urbana y rural de cultura Mapuche en Chile.Se logra así caracterizar los tipos de juego que se organizan con el espejo y se aportan las bases de un futuro instrumento de diagnóstico y seguimiento del desarrollo infantil.

PACIENTES Y MÉTODO
Diseño
            Se trata de un estudio cuali-cuantitativo de diseño no experimental, descriptivo y comparativo donde se crean categorías de interacción entre la madre y el niño ante el espejo y se evalúa su asociación con variables sociodemográficas.

Participantes y Caracterización de la Muestra
Se reclutó un total de 49 díadas (madres hijos) de los cuales 30 provenían de zona urbana y 19 de zona rural mapuche, consultantes al control de salud. Este número de observaciones es suficiente para un estudio cualitativo  exploratorio y descriptivo de variables no cuantificadas con antelación. Los criterios de inclusión fueron: ser diada asistente a control sano entre los 6 y 18 meses, aceptar participar y ser controlado habitualmente en consultorio de referencia (Santiago: Centro Médico San Joaquín; Región Metropolitana de Chile durante el mes de diciembre, 2007, y en zona rural mapuche: Consultorio de Lumaco Región de la Araucanía de Chile durante el mes de febrero, 2008). Los criterios de exclusión fueron: edad fuera de rango y presencia de  morbilidad . Se informó a sus padres que su participación era voluntaria y confidencial, y firmaron una carta de consentimiento.

Instrumentos
Se construyó un instrumento de microobservación (segundo a segundo) y descripción de la interacción del niño con el espejo y de la madre y el niño con el espejo. El instrumento se crea con las categorías  emergentes utilizando la metodología grounded theory luego de transliterar las imágenes filmadas y consensuarlas con equipo investigador. No hay referencias en la literatura de instrumentos de esta clase.
Procedimientos 
Se aplicó un cuestionario sociodemográfico donde se obtuvo información del niño (sexo, edad, antecedentes del embarazo y parto, peso y talla al nacer, curva de peso), de su madre (edad, estado civil, educación y nivel de ingresos) y de la familia (presencia de factores de riesgo como alcoholismo, depresión, maltrato, entre otros).
Con el propósito de analizar el juego del espejo durante el  comer y dar de comer, se diseñó una escena con un espejo unidireccional en el cual se reflejaban madre e hijo mientras daba de comer un colado de fruta entregado sellado. El bebé estaba en una silla nido a la altura de la madre (sobre la camilla) de modo que podían mirarse ojo a ojo a la misma altura. Al otro lado del espejo filmaban tres cámaras que registraban de inicio a fin la interacción diádica (entre 3 y 14 minutos)  durante  la situación de alimentación controlada. Las tres cámaras enfocaban a la madre, al hijo y a la relación de ambos. Se recogieron las imágenes  que se  editaron  en un solo cuadro para facilitar el análisis interaccional.
Luego se filmó la interacción de las díadas durante una situación de alimentación, sin ninguna instrucción específica al respecto, dependiendo de cada díada.
Análisis de Datos
Para el análisis de datos se utilizó el método de microanálisis[16] por un grupo entrenado de 5 personas, interjueces que acordaron la inclusión en las categorías. Se transliteran segundo a segundo las observaciones en un texto consensuado por arbitraje. Se clasifican las acciones obteniendo categorías emergentes que constituyen al mismo tiempo el instrumento aplicado. Esto permite reconocer y comparar los actos observados tanto en el niño, la madre y la diada en un solo corte temporal.
Tanto la madre como el niño podían optar por negar la presencia de sus imágenes o incorporarlas a la interacción en el comer y dar de comer. Se describe estas formas y se utilizan para cuantificarlas y compararlas.
El análisis estadístico de los resultados, obtenidos a partir de la comparación de ambos grupos (muestra urbana y mapuche), se llevó a cabo mediante test no paramétricos con el programa SigmaSTAT. Se utilizó test exacto de Fisher para analizar variables dicotómicas, y Mann-Whitney test para analizar variables cuantitativas. Para analizar las diferencias según edad del niño se clasificaron en tres grupos de edades: menor o igual a 9 meses, 10 a 12 meses, y mayor o igual a 13 meses de edad, basándose en criterios de desarrollo cognitivo-motor En todos los casos se consideró un intervalo de confianza de 95, asignándose significancia estadística con un p valor < 0,05. La correlación de variables sociodemográficas y cuantitativas se realizó mediante el test de correlación de Spearman, considerándose una correlación significativa con p< 0,05 En la muestra urbana fue mas frecuente el grupo soltera o casada  civil, mientras que la muestra mapuche soltera o conviviendo. En la muestra urbana el nivel de educación mas frecuente fue profesional o en enseñanza media completa, mientras en la  mapuche  enseñanza básica completa y media completa.
RESULTADOS
Características de la población estudiada (Tabla 1) No hay diferencias entre los niños. Entre las madres hay diferencias en: cesáreas, ingresos y nivel educacional siendo mayores en las urbanas.
Luego de trasliterar las interacciones desde  los videos se procedieron a categorizar los juegos del espejo  según se observan durante el momento de la filmación: (Tabla 2)
1-Desde el punto de vista del niño: Como juega el niño en el espejo Integrado; Paralelo; Disociado
2-Desde el punto de vista relacional madre-hijo: En el juego del espejo se despliegan diferentes configuraciones que integran al juego las imágenes del espejo. En orden creciente de complejidad se nominan como: Juego individual no diádico; Juego individual diádico; Juego diádico de a tres; Juego diádico de a  cuatro.
a. Análisis comparativo desde el punto de vista del niño entre urbanos y rurales mapuche
Los niños urbanos juegan integrando el espejo al comer y dar de comer en forma significativamente mayor que los rurales mapuche. (Tabla 3)

b. Análisis comparativo  desde el punto de vista relacional madre-hijo entre diadas urbano y rural mapuche
Las diadas urbanas configuran juegos más complejos que la rural mapuche integrando las imágenes de cada participante. (Tabla 4).
c. Análisis comparativo según edad (en meses) del tiempo utilizado durante la actividad comer y dar de comer según  diadas urbano y rural mapuche
Los niños mayores de 13 meses son capaces de hacer un juego más complejo que los menores. p< 0,026
d. Correlación de las formas de juego desde punto de vista del niño  y configuraciones relacionales diádicas con las variables sociodemográficas (estado civil, nivel de educación, antecedente familiar de OH, de depresión y de obesidad.)
En la población urbana, las formas de juego del niño  no  presentan  correlación significativa con las variables sociodemográficas estudiadas. En cambio, las configuraciones relacionales diádicas mostraron una  correlación positiva entre el estado civil casada y la configuración de juego individual no diádico de la madre con un coeficiente r 0,405 (p 0,026 )
En la población rural mapuche se encontró una  correlación positiva entre el estado civil “conviviente” y la forma de juego paralela, coeficiente de correlación  r 0,552 (p 0,014)  y con la configuración juego diádico (coeficiente 0,583 y p 0,009).Pero una correlación negativa entre el estado civil “conviviente” y la forma “no mira al espejo” (coeficiente -0,498 y p 0,029).   Además, se observó una correlación positiva entre los antecedente familiares de alcoholismo y de depresión con la configuración diádica de a 4, coeficiente 0,504 ( p 0,027) y coeficiente 0,518 (p 0,023), respectivamente. 


DISCUSIÓN
El espejo es un dispositivo  usado de manera diferente por el niño, la madre y la diada, según la cultura donde ocurre el desarrollo infantil. [17][18] [19] La importancia de su uso está en la participación  que tiene para la  construcción de la identidad personal y cultural. El espejo  les permite reflejarse y reconocerse, generando el núcleo central de la identidad.

Este estudio contribuye con instalar categorías de observación para el juego del espejo y
aplicarlas en dos poblaciones chilenas de cultura diferente.Los datos aportaron distinciones para las formas de juego realizadas por el niño, la madre y la diada mostrando  distintos grados de complejidad cognitiva y relacional.
Se denominó formas de juego a las ejecuciones observadas en los niños. Los  grados de complejidad  van desde: un  juego disociado (o se mira o come); otro paralelo (come y se mira sin saber que es el mismo en la imagen); finalmente uno integrado (entiende que el de la imagen y él son uno solo).
A las ejecuciones de la  diada se llamaron  configuraciones.El  grado de complejidad va en aumento en la medida que el juego incorpora la participación de cada uno de los cuatro elementos del  juego: el niño, la madre, la imagen materna y la imagen del niño (los cuerpos materiales y sus imágenes).
Al comparar las conductas entre la población urbana y rural mapuche nos encontramos que en la cultura urbana el niño realiza un juego integrado, es decir, va trenzando el comer y el jugar con el espejo haciendo de la actividad una sola cosa, mientras el niño rural mapuche tiende a disociar la actividad de modo que, o juega o come. Puede que el niño rural mapuche al sorprenderse con su imagen quede capturado.
Otra diferencia está en cómo las diadas se organizan frente a este dispositivo. Las  urbanas tienden a situarse en un estadio complejo del juego del espejo donde circulan tanto lo inmaterial de la imagen como lo material de los cuerpos. Los niños  rurales mapuches juegan más que sus madres. Las razones de porqué la madre no se integra al juego del espejo, pueden ser variadas. Es posible que la cultura rural mapuche no valore el espejo como un elemento que contribuye al desarrollo de identidad y que, por lo tanto, no se utilice, ya, en la edad adulta. Otra hipótesis es que las madres rural mapuche enfrentadas a realizar una tarea como la propuesta, focalicen su acción en ella sin la distracción de un espejo. Puede que la relación con el equipo de salud sea de acatamiento de instrucciones, especialmente si están bajo el control de una cámara. Tal vez incluir el espejo, es percibido como saltarse el procedimiento solicitado (darle de comer al niño).
 Es en la medida que la configuración del juego del espejo se complejiza, que el espejo adquiere una función deíctica, imitativa,[20] de reconocimiento y estimulación de otras actividades, como en este caso el comer.
Por otra parte, como era de esperar, los niños sobre los 13 meses usan más tiempo en el espejo que los más pequeños y lo usan más frecuentemente en un juego complejo que incluye las representaciones de ambos jugadores. Esto lo hacen más los niños urbanos que los mapuches. Ya que no hubo diferencias significativas en el resto de los grupos estudiados por edad (menor o igual a 9 meses, y edad entre 10 y 12 meses) podemos pensar que los niños urbanos cercanos al año de edad complejizan sus representaciones siendo capaces de integrar imagen (representación de objetos y personas) y personas y objetos reales y que esto es evidente al analizar el juego del espejo con la pauta de análisis propuesta.
El tipo de juego de los niños urbanos no se relacionó con ninguna variable sociodemográficas estudiada. Las madres urbanas en cambio, si son casadas, se miran ellas mismas más al espejo que las rurales mapuche. Elementos de la cultura urbana en la mujer casada podrían predisponer  aun chequeo frecuente y automático  de la imagen ajustando  estándares de estética y belleza[21].  Todo lo anterior sería objeto de otros estudios de exploración en la identidad de la mujer urbana chilena y la relación son su imagen corporal.
En las correlaciones de la población rural mapuche la convivencia se desplaza en conjunto con los juegos paralelos de los hijos y el no mirar al espejo. Esto podría sugerir que los niños, hijos de una convivencia, podrían estar menos expuestos al espejo y ante su presencia lo exploran en forma prioritaria (juego diádico entre el niño y su imagen) o simplemente no lo reconocen como artefacto de interacción. Sería interesante explorar qué juegos propios de esa cultura facilitan el desarrollo del imaginario[22]. La cultura rural mapuche es más integradora de los elementos sociales, religiosos y culturales, [23] [24] [25] opera con lógicas inclusivas más que disociativas como la que produce el espejo, por lo cual puede que no sea una experiencia congruente con su tradición y por lo tanto carecer de significado para este grupo cultural.
Es interesante notar que cuando hay antecedentes de alcoholismo o depresión transgeneracional se instala  el juego complejo. El antecedente familiar de patología psíquica afecta el sistema afectivo de la familia. Esto suele generar estados de disconfort, agresión y abandono constituyéndose para algunos de sus miembros como trauma psíquico.  Se podría comprender que estas madres participen más activamente en el espejo y por lo mismo construyan juegos más complejos con sus hijos como una forma de reparar o prevenir el daño psíquico a las que ellas estuvieron sujetas. Esto requeriría nuevos estudios para confirmarlo.
A propósito de lo observado se propone un modelo de comprensión del juego del espejo según los siguientes estadios de desarrollo: Estadio uno: El cuerpo y la imagen del cuerpo en el espejo se comienzan a integrar. El niño se mueve y ve ese movimiento en el espejo.. Es un  juego  gozoso para el niño que le captura toda su atención. Estadio dos: La imagen del cuerpo vivenciado  es reconocida por el otro. La madre le presenta a su hijo la imagen de sí mismo y la bautiza con su nombre cargando positivamente esa imagen. Estadio tres: La imagen y el cuerpo son intercambiables por el otro (operación de homologación). La madre trata a la imagen como si fuera el propio hijo. Estadio cuatro: Ambos pueden realizar las operaciones de intercambio entre cuerpo e imagen haciendo de esto un juego conjunto.
La imagen en el espejo cobra sentido para el niño a través de estos estadios ya que se van integrando presencias de dimensiones diferentes, imagen inmaterial y cuerpo material las cuales se reconocen al mismo tiempo que se desdoblan. El niño abre sus posibilidades relacionales ya que ahora no es sólo con lo que se toca que otros pueden estar conectados con él, sino con eso que se ve de él, entonces aprende que él es cuerpo e imagen y que a ambos es necesario administrar.
A partir de las observaciones de este estudio surgen proyecciones hacia el quehacer pediátrico. El espejo tiene una función en la construcción de la identidad del niño[26] y puede ser un modo sencillo de evaluar su desarrollo cognitivo y la participación de la madre en el mismo durante la consulta pediátrica. No hay estudios al respecto y esto es una limitación de esta investigación, ya que no es posible compararla.

Por otra parte, es posible contar con un espejo en todas las casas, y sería de interés utilizar este dispositivo para facilitar el desarrollo tanto del vínculo madre-hijo como de los aspectos afecto-relacional-cognitivos envueltos en él [27][28]. De este modo se favorecería el desarrollo de la identidad tanto individual como genérica y grupal.

Finalmente  el espejo constituye una herramienta relevante en el desarrollo de la identidad individual y genérica en la especie humana. El juego del espejo puede tener distintas configuraciones las que favorecen las posibilidades relacionales del niño, el desarrollo del vínculo madre-hijo y potencian los aspectos cognitivos envueltos en él por lo cual el uso de las pautas sugeridas puede ser de ayuda en la evaluación del desarrollo infantil a través del juego del espejo descrito. En conclusión se aportan categorías de observación y se presentan los estadios de complejidad relacional delante del espejo los cuales evalúan el desarrollo cognitivo y relacional del niño evidenciándose  diferencias  culturales . Se sugiere utilizar el modelo y el instrumento presentados  como diagnóstico y seguimiento del desarrollo.

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