ANOREXIA BULIMIA OBESIDAD

miércoles, 22 de febrero de 2012

SENTIDO EN LA PIEL


De Familias y terapias Año 14, Nº 22, Julio 2006   Dra.  Patricia Cordella[1]

Se presenta una reflexión acerca de la función de la piel en la construcción del sentido. Se discute la búsqueda y la pérdida del sentido en las superficies : piel y lenguaje como asientos, anclas, estaciones. Se sugiere la incertidumbre en la  materia para que no haga perder el sentido, lo esencial de la existencia  y en el sentido  para que no haga perder la materia, lo esencial de la experiencia.


INTRODUCCION
Se presenta una reflexión acerca de la función de la piel en la construcción del sentido. Este texto se basa en otro texto de Gilles Deleuze, Lógica del sentido. El sentido, vagabundo, fugándose de la sedentaria representación que todo lo quiere estatizar en el decir, sancionando los actos con supuestas verdades, se nos escapa en la terapia como un tesoro que las causas
habrían enterrado en las profundidades de la intersubjetividad.  Deleuze a cambio, propone el sentido, como aquello que está en la superficie, en el relato, en la construcción de la narración, es decir, el sentido como el tejido que no acaba, a la espera de un viajero  que no reconoce destino, estará siempre siendo y será denominado sido.
                    El sentido extenso como la piel, entrama, enlaza y reconstruye en una superficie que entra y sale y toma distintos nombres, se hace síntoma, desarrollo y alianza, indeterminación. Se expresa en infinitivo (síntoma-ser) participativo (siendo síntoma) interrogativo (¿Qué dice el síntoma?). El sentido que podría ser sentido (percibido) desde el origen (ontogenia) en la extensa superficie de la piel.
                    

DE LEZEANDO

                       Me sucede la piel extensa en su horinzontalidad
                         Contigua, constituyente

                           Como una trenza de efectos incorporales

                             De la corporal mezcla  
                               De la infinita articulación que intenta el devenir
                   -¡que acontezca el sujeto!-corea el público
                   -¡que caiga y  se  halle  en esta trama!-grita Alicia (la que crece)
                   -¡que se sumerja en la superficie!-alega Deleuze
                  -¡que se represente, desplace, transfiera - decreta, latente, Freud-
                                tal vez, si me deslizo y pierdo el sentido, casi lo atraparía
                                            en un  traspiés, en vez, de revés
                                                   o, siquiera, una vez, en esta piel
                                                                 aquello no falte a su lugar.
                           
                                                                                                                  
A PROPÓSITO DEL SENTIDO Y SUS ORGANOS DEL SENTIDO:

“Lo más profundo es la piel “Paul Valery (descubrimiento estoico).

                 El sentido no existe como entidad superior a la cual recurrir para un Orden (Braunstain 2002) así como tampoco la piel como el Límite. El sentido se desliza por la superficie de las proposiciones como una voz que porta el sentido por la superficie seca (externa) o húmeda (mucosas) del  cuerpo, y no existe porque es puro devenir infinitivo en un tiempo que esquiva el presente sin ser pasado ni futuro. La voz del habla emitida por cuerdas vocales, caja torácica, resonancia corporal, es recibida por otra piel extensa de cuerdas y cajas mucosas. Deleuze propone el sentido como la cuarta dimensión. La proposición nomina, manifiesta, significa y además da sentido, aunque éste no exista y solo insista y subsista en ésta. La piel nomina un ser vivo; le propone manifestarse como unidad “yo” y lo significa en un lugar del discurso social  desde el cual cae y hacia el cual está destinado. La piel insiste como un límite que daría sentido al sujeto. Tu empiezas y terminas allí en este cuerpo que puedo tocar a destajo desde el principio para luego retirarme y darle el paso a otros (decir de madre).

                El psicoanálisis, que inaugura esta clase de reflexiones (cuerpo-imagen-proposiciones lógicas) se ha preocupado mas de las vísceras (boca, intestinos, ano), las glándulas (mamarias) y las funciones fisiológicas (pene, vagina) que de la piel u otros órganos del sentido, como si todo estuviera en lo profundo. ¿Es necesario pensar, solo, en madrigueras (interiores del cuerpo) y no en vientos que recorren llanuras (superficie de la piel) para entender la esencialidad humana? Vientos (devenires) que en su ventear muevan apenas la superficie evidente y todo rastro (efecto) quede y no quede en la huella del lenguaje. Vientos que remuevan el sentido común y su función lógica porque no hay un saber por descubrir, hay un aprender a saber. Porque es entre los cuerpos (allí en los inicios que tiene el individuo en su familia)  que se concibe lo incorporal “..estos efectos incorporales son atributos lógicos o dialécticos”.
               El sentido es una entidad sin sentido, puesto que no existe aquí o allá, no podemos medirlo, asirlo, guardarlo y sin embargo se siente cuando algo “hace sentido” (el terapeuta preguntará ¿les hace sentido este relato?, ¿esta modificación  de la historia?)  Entonces ¿puede el sentido tener sus propios órganos del sentido?. Si existe una percepción del sentido ¿hay un sistema perceptual –conciente del sentido?, ¿es posible recibir el acontecimiento (fugacidad de un sentido dado) aunque este no sea un estado (ni activo ni pasivo: no se actúa, no se padece) ni una sustancia?, ¿la piel, podrá servir para esto?.

              Se nos ha dicho de  las bocas, los anos, las vaginas, como túneles que conducen a un centro corporal enigmático, cargado de cierta fuerza, la hemos llamado: libidinal, como si estos orificios fueran hoyos negros inversos que en vez de tragar energía la expelieran, y sin embargo, todo es la misma superficie:  piel  invaginada ,ahora nominada como tubo digestivo: piel húmeda de la boca, la faringe, el esófago el estómago, los intestinos ....extensas superficie en contacto con lo Otro (lo establecido)  y el otro (ser humano vinculado a mi ). Es el ambiente que entra al cuerpo  y se hace uno con él. Las mucosas son extensa superficie de contacto donde se deslizan trozos de otros animales o vegetales y los fluidos digestivos: las salivas, los gástricos, los pancreáticos, la bilis. En esta superficie flexible, tibia y húmeda unos y los otros van haciendo un magma indiferenciado: el alimento: esencialidad para la vida. “Son dos mezclas, la una de fragmentos duros y sólidos, que altera; la otra, líquida, fluida y perfecta, sin partes ni alteraciones, porque tiene la propiedad de fundir y soldar “(Deleuze Vigesimoséptima serie: oralidad Pág. 194)

                       También está la piel que se muta en mucosa del bronquio y que se desgaja en alvéolos pulmonares llegando a casi no ser un límite, casi a no ser una membrana, logrando así  la fusión, el contacto íntimo entre los gases y las moléculas que los transportan. Una piel que se endurece para ser laringe, y se tensa para ser cuerda vocal, la piel que expresa. Este es el carácter inseguro y fluido de la metamorfosis, que como proceso no busca “hacer un ser” sino dejar que una cosa pase a ser otra en una continuo devenir  que muta ad infinitum. La supremacía del movimiento por sobre el orden centralizado que propone el lenguaje (Derridá 2001), el continuo acoplamiento estructural de Maturana. Así tenemos  piel que come, piel que habla, piel que busca otra piel, piel que respira, piel que excreta, piel que absorbe, piel que cubre, piel  que se invagina, entonces hay la piel que incorpora lo presentado y la que lo presenta, no hay que comerse las palabras (sin deconstruir el sentido que portan) ni hablar con la boca llena (con tanta vida emocional que no se entienda su lógica) dice el sentido común, y sin embargo esta piel está entre estas dos cosas. Por una parte será quien deconstruya, y por otra, quien construya sentido. Será un lugar de circulación de Ordenes y un desarticulador del sentido común (hijo cartesiano) instalando una frontera, una aduana donde se construirá la paradoja (ser y / o no ser…que dicho de otro modo sería ser y / o pertenecer) que nos erige seres humanos.

                  En la piel, primer lugar de la madre, segundo lugar del padre (quien tiene su primer lugar en la piel de la madre de su hijo) la paradoja operará como un espejo: Soy reflejos (representaciones del lenguaje) y soy esto, superficie haciendo pliegues. Porque todo cuerpo contiene un mundo en la medida que está agujereado por pasadizos irregulares, rodeado y penetrado por un fluido sutil. La materia no tiene vacío pues siempre hay una caverna en la caverna (Deleuze, 1988) La piel permite esta convergencia ...parafraseando un poema de Carroll...”puedes encerrarla en un dedal o cuidarla con aceites de oriente; puedes comerla con tenedores o darle ternura; puedes cortarla con navajas o cubrirla; puedes estallarla con granadas o puedes entibiarla; puedes quemarla con brasas o acariciarla; puedes marcarla con agujas o puedes soplarla...”, la piel, como el sentido, serían  objetos de cuidado y ataque fundamental. No casualmente en los estados de conciencia alterados (donde se desarma la psiquis), los pacientes se  autolesionan  la piel, buscando un sentido y no casualmente se busca en la piel familiar (trama extensa transgeneracional) que es un área de intercambio subjetivo, el sentido de las crisis vitales (dice la norma) o por eventos.

                    La superficie es profundidad en este órgano, el todo graficado como una extensa  serpentina  que sube y baja y no como la clásica esfera. Una serpentina que entra-sale, sube-baja, bordea-apunta, se transforma. El movimiento es curvo, tiene flexiones y puntos de inflexión (giros). El relato de la familia se propone como un texto de pliegues en la que el fenómeno comunicacional está descargando continuamente en un juego de tensión/ distensión; contracción/ dilatación; envolver/ desplegar; involucionar/ evolucionar en el que participan todos sus miembros para articular la superficie de la piel familiar, lugar donde nos deslizaremos en la construcción del sentido ¿cual es el sentido del síntoma?, nos preguntaremos ante lo inamovible de algunas conductas, ¿cómo se ha invaginado la estructura (principio de organización básica de la familia) en los movimientos de la materia de este miembro sintomático?, ¿es la piel un lugar donde se produce este pliegue de ingreso?.

                    Así, aparece la piel extensa: tensa en los músculos; invaginada y húmeda en las vísceras. La piel que emite ruidos: crujidos, chirridos, hasta hacerse habla y tomar su significado en la intersubjetividad, el dialogo de la materia cuando hay al menos tres cuerpos, una díada forma parte de un contexto mas amplio (Ugazio 2001) porque como la mente, la piel es un órgano de contacto, un área de unión de la interacción (Andolfi 2003) por donde circulan Ordenes que intentan hacer sentido, aunque sea el común.

                          La piel, ese órgano por  donde  pasa aquello que nos pasa, por donde transitan otros que reconocemos ajenos y sin embargo ingresan inadvertidos, porque no es lo que hay sino el pasar  del alimento, el pasar del  roce de una mano, el pasar del deshecho, el ventear palabras sobre la superficie extensa. Superficie transitiva y de transición que toma lo sentido para tramarlo y generar vivencias de modos múltiples (Orden 1992) que se ajusten al sentido comunitario.
                         Cada familia tendrá configuraciones preferentes que la conciertan en homeostasis fisiológicas complejas (climas emocionales) sellos de la pertenencia. El lenguaje será solo uno de los medios de control de las caídas del sistema, la piel lo antecederá. La pregunta por el sentido se instala cuando debemos narrar el pasar de las cosas que nos pasan.

                         La piel ha recibido el incorporar (atributos lógicos) cuando trasunta, va mas allá, de los efectos de superficie, cuando deviene narración y no piel.  Sin embargo, como dicho lo que sea dicho ya no es lo dicho, se pierde algo en esa superficie esencial para el sentido que solo la piel “sabría”. El loco-devenir no arrastra el monótono transcurrir del cogito, es más, la piel no tiene nombre propio, todas las pieles son la misma piel. La piel no tiene el saber del yo hecho de adjetivos y sustantivos sino el saber del verbo. El saber que destituye al sujeto y lo libera al acontecer.

                         La piel delimita, corta  y a la vez contacta a unos con otros y a partes con partes, se toma un espacio para hacer del cuerpo un acto, una pasión, se instala en el tiempo en un infinitivo vivo que contiene la causa y el efecto. La piel en la profundidad como en la superficie, está en el corte y en la ligadura, es un órgano  que siente el deslizarse; un anillo de Moebius  con bordes que nombran las cosas: boca, ano son los giros de los pliegues las entradas y las salidas. La piel como envoltura y continente que atrapa los movimientos de eso, en el punto de la doble faz donde se produce el tráfico subjetivo entre el individuo y sus significantes (otros ligados a su historia y toda parte de la historia). La piel es superficie continua y contigua (Anzieu,1998) que negocia la autonomía haciéndose sostén de la unidad y garante de una supuesta  cohesión y llene. La piel como un saco poroso que se abre y cierra para recibir, resistir, rechazar las reglas del juego de esta simultaneidad de ser uno y ser otro en un pliegue infinito donde el espacio (cuerpo) captura el tiempo (devenir) cuando se hace matriz relacional (Mitchell 1993)  que es la  memoria (el tatuaje) de estos  movimientos, el resultado de la clausura operativa, el verdadero limite, un seguro a la discontinuidad tanto de ser como de pertenecer. Ahora podemos entender que si hablamos de piel, podemos intercambiarla por el sentido y todo tiene sentido (pueden cambiar en este texto las palabras piel por sentido y verán que ocurre).

               Cuando el sujeto falta a su lugar, (se des-sujeta, deja se estar sujeto a su coherencia), cuando falta a su semejanza, a su identidad, a su equilibrio, a su origen, la piel sigue en lo suyo, haciendo contacto. En la esquizofrenia (incoherencia, locura) por ejemplo, toda la piel está abierta para recibir la palabra que ya no designa ni manifiesta ni significa, sino que estalla  en “valores fonéticos hirientes” (Deleuze decimotercera serie) la piel se ha quebrado en su función de barrera y solo insiste en ser un colador indiferente donde el sin sentido engulle tanto significante (palabra, acto, gesto)  como significado (creación de sentido), en la psoriasis (enfermedad de la piel donde el crecimiento perdió el sentido y se acelera formando escamas) la superficie de la piel está dañada : se ha perdido la lógica funcional. En ambos casos se ha perdido el sentido. Si todavía más, asumimos que el ectodermo es embriológicamente el origen tanto de la piel como de la corteza cerebral y es en esta donde se organiza el mundo (la realidad de convivencia) podemos suponer que en los estados de locura las superficies  están estalladas, milifragmentadas, la unidad del sentido está perdida, tan perdida  está, que a veces el loco decide ser un bloque muscular catatónico forrado en piel. El loco-devenir, transeúnte moribundo (pues siempre está a punto de haber sido), requiere de superficies extensas y confiables, por donde transitar. ¿Será la piel un lugar para pensarlo?
Bibliografía



  1. Andolfi El coloquio relacional Paidos Barcelona 2003
  2. Anzieu,D El yo piel Biblioteca nueva 1998.
  3. Braunstain  ,N Psiquiatría ,teoría del sujeto, psicoanálisis (hacia Lacan) . Siglo XXI,1999
  4. Deleuze El pliegue   Paidos Barcelona1988
  5. Deleuze, G  Lógica Del sentido Paidos 1994
  6. Derridá,J La tarjeta postal de Sócrates a Freud siglo XXI México, 2001
  7. Mitchell Conceptos relacionales en psicoanálisis Siglo veiteyuno Barcelona 1993
  8. Ogden ,T  La frontera primaria de la experiencia humana Julian Yebenes Madrid 1992
9.      Ugazio,V Historias permitidas, historias prohibidas Paidos  2001


[1] Profesor Auxiliar Pontificia Universidad Católica de Chile. mpcordella@gmail.com